Un gran logro del Equipo de Cirugía de Columna calificó la Dirección del Hospital Puerto Montt (HPM) la intervención que a principios de mayo le devolvió la movilidad a una paciente de 17 años, quien, tras sufrir una fractura lumbar que la dejó prácticamente postrada, logró sobrellevar sin secuelas neurológicas la compleja operación que reemplazó en su totalidad una de sus vértebras dañada producto de un tumor.
“Sin duda que la atención de urgencia de este tipo de patologías complejas es una de las prioridades del HPM. Como equipo de salud, siempre pensaremos en el bienestar de nuestros usuarios, sobre todo en situaciones tan complicadas como esta, es así como además evitamos que los pacientes sean trasladados a otros centros asistenciales del país permitiéndoles estar cerca de sus familias. Asumir estos desafíos significa una atención preferencial para los pacientes que lo requieren, y es una gran apuesta de los equipos médicos del HPM, reflejando en su actuar los valores de nuestra institución como el trabajo en equipo y compromiso”, señaló el Dr. Jorge Cerda Cabrera, Director (s) de la institución.
Se trató de una intervención de alta complejidad en un hospital público, realizada por un equipo de cinco cirujanos, todos del mismo recinto. Contempló el reemplazo de la vértebra de la estudiante, Raquel Carrasco, la que colapsó espontáneamente en diciembre pasado, debido a un agresivo tumor que le generó extremo dolor y la incapacidad de caminar, algo que “pocas veces se ve en una adolescente”, según precisó el Dr. Julio García, neurocirujano, quien lideró la operación.
“Al ser una paciente joven de 17 años, la primera sospecha es que hay algo grave que causó que la vértebra se fracturara, ya que es completamente distinto a lo que ocurriría con un adulto mayor de 80 años. El equipo de salud decidió hacer una cirugía de reemplazo del cuerpo vertebral, sacar todo el tumor y estabilizar la columna para reestablecer la capacidad de marcha y controlar el dolor”, señaló el Dr. García.
“La operación duró 17 horas. En la primera parte liberamos todas las estructuras neurales, después se ponen barras (de titanio), la paciente se pone de lado y desde ahí se accede con apoyo de cirugía vascular inmovilizando riñones, disecando los grandes vasos para extraer todo el cuerpo de la vértebra, respetando toda la estructura neural. La paciente ahora está caminando, y, a pesar de la longitud de la cirugía, tiene muy poco dolor”, indicó el médico.